Nuestra transformación Digital
Es momento de cambios. Esto lo escuchamos hoy, ayer, pero también hace un año y – si hacemos memoria – hace cinco, y diez y más años. Siempre hay cambios. Sucede que en estos tiempos dominan nuestra percepción los notables cambios que la tecnología produce en nuestra vida diaria. La Revolución 4.0 o llamada también Transformación Digital tiene la capacidad de impactarnos a todos por igual, pero no a todos nos impacta de la misma manera.
Hay quienes se sienten impulsores de una nueva forma de hacer las cosas (comprar, leer el periódico, hacer transacciones bancarias, disfrutar del entretenimiento, etc.) y hay quienes se sienten en cierto modo víctimas de las nuevas formas de hacer las cosas las cuales los sacan de su área de confort y conocimiento.
Esto ocurre a nivel personal, pero de la misma forma impacta en los ámbitos corporativos. La Transformación Digital en las empresas les abre un horizonte de nuevos beneficios y eficiencias a través de la aplicación de tecnologías. Sin embargo, ¿todos en sus equipos de trabajo las adoptan, impulsan y promueven interna y externamente? La realidad indica que no es tan automático.
Reflexionar respecto a nuestra transformación digital (como empresas y como personas) genera una nueva visión de los roles de trabajo, promueve un cambio de actitudes respecto a los nuevos procesos y despierta la curiosidad y la necesidad de aprendizaje para nuestra constante necesidad de adaptarnos a un mundo que, como decíamos al inicio, no cesa de cambiar.
Nuestras actividades de transformación digital no producen expertos tecnológicos. Sólo plantean una actitud proactiva y transformadora ante los desafíos que el contexto nos plantea.
Màximo Salvi
(Consultor)
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