Modelos Mentales y Tolerancia
La tolerancia asociada al trabajo en equipo va mas allá de la aceptación de personas diferentes, implica la maximización de la sinergia basada en la heterogeneidad. ¿Cuál es el modelo mental, cuáles son las creencias y convicciones que posibilitan desarrollar conversaciones tolerantes y productivas en un equipo?. La primera premisa sería pensar que uno no es el portador de la verdad absoluta, que sobre el mismo hecho o problema pueden existir otras visiones u opiniones diferentes, pero tan valiosas como la de uno.
El mismo concepto de modelos mentales, lleva implícita la idea que nuestras opiniones no son la descripción de la realidad, sino la forma cómo observamos e interpretamos los acontecimientos del mundo exterior, pero que existe una diferencia “entre el mapa y el territorio”. Esta diversidad y complejidad del proceso del conocimiento humano queda desechada cuando las personas asumen la concepción de la verdad única y discuten para imponer su propia y única verdad.
Postulamos la posibilidad de actuar desde una concepción de observación diversa, que considere las distintas observaciones y opiniones de las personas, que no descarte ni descalifique la diversidad de miradas y puntos de vista sobre un mismo problema, que pueda analizar cómo se enriquecen y potencian estas visiones, que comprenda aunque no comparta y que asuma la legitimidad de las diferencias.
A partir de esta concepción se puede plantear el trabajo en equipo, el análisis interdisciplinario y el abordaje sistémico de problemáticas complejas, y el aprendizaje mutuo a partir de integrar los diferentes puntos de vista a los efectos de expandir posibilidades hacia un propósito común.
Presupone que nadie posee ni toda la información ni todo el conocimiento y por lo tanto es importante saber cómo el otro percibe la situación y qué alternativas de acción propone. Valora compartir datos, razonamientos, perspectivas, objetivos y preocupaciones, en un proceso de elaboración conjunta.
Desde esta concepción, la conversación ya no es una contienda sino la instancia de intercambio y desarrollo colectivo. Y el exponer y el indagar en forma productiva se convierten en las herramientas indispensables para llevar a cabo este proceso que apunta a la efectividad, al respeto y al aprendizaje. Esta forma de concebir el aprendizaje individual y colectivo no trata de someter o descalificar al que piensa distinto, sino que entiende la diversidad como una ventaja competitiva de un equipo de trabajo. En definitiva la tolerancia en una gran expresión.
Verónica Fernández Mesías
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