El Nuevo Liderazgo
El contexto disruptivo de la pandemia fue una verdadera escuela de cómo se puede hacer casi todo de modo distinto: destruyó creencias, modelos operativos, reinventó las estructuras y puso negocios en crisis. También permitió innovar adoptando nuevas formas de trabajo, más flexibles y ágiles respondiendo a los nuevos desafíos de mercado. Por consecuencia, el liderazgo tuvo que cambiar y adaptarse a las nuevas circunstancias.
A las viejas habilidades se le suman las nuevas, entre ellas se encuentran: agilidad, flexibilidad, innovación, nuevas formas de comunicación, de manejo de procesos, circulación de la información, manejo de equipos remotos, mentalidad digital y habilidad tecnológica. Comienza a ser más notorio que las jerarquías se diluyen, dando lugar a equipos de alto desempeño que gestionan proyectos con colaboradores con roles asignados. El trabajo por objetivos se hace presente, marcando la meta y los indicadores de cada equipo y brindando autonomía a cada miembro.
Este nuevo liderazgo se construye con confianza en los equipos y las personas, se desarrolla un ambiente psicológicamente seguro en el que cada uno pueda ser sí mismo y donde todos aprenden. También aparece un líder contenedor, que acompaña a su gente en tiempos de incertidumbre y se encuentra presente ante las necesidades.
Coaching, mentoring y sesiones grupales son algunas de las herramientas que puedenfacilitarse a los líderes, tanto la vivencia de éstos procesos como la capacitación y formación en los mismos. El líder debe ser capaz de actuar sobre la trilogía de la acción: saber, querer y poder como así también tener un estilo transformador, capaz de contagiar y motivar a las personas a que alcancen nuevos resultados y objetivos. Sin olvidarnos que en los equipos se encuentran distintas generaciones de trabajadores con diferentes actitudes y motivaciones que deben ser satisfechas.
Nos encontramos también con algunas re – definiciones de competencias ya existentes, por ejemplo: la empatía e inteligencia emocional incluye liderar con el corazón y crear un entorno de trabajo seguro; humildad, no saber y reconocerlo; saber priorizar el éxito colectivo, en vez de “mis objetivos”; adaptabilidad, tomar el cambio como norma; curiosidad/ creatividad: capacidad de entender y de romper hábitos; y resiliencia: mantener el optimismo y la calma ante los problemas.
La pandemia nos enseñó que el trabajo colaborativo es necesario para el crecimiento profesional y organizacional. La presencialidad no es esencial pero estar conectados y conocernos como personas más allá de lo laboral sí lo es. La adaptación, flexibilidad y agilidad se encuentran entre las competencias más buscadas en todos los puestos laborales. Una nueva era de liderazgo ya se está instalando entre nosotros, ¿estás preparado para ser protagonista de este cambio?
Corina Celeste Alfonso
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